Cuando un ciclista se equipa para rodar seguramente piense en su bicicleta y su vestimenta, centrándose en aspectos tales como las ruedas, las zapatillas o el culote. Sin embargo, hay pequeños detalles como los calcetines que pueden marcar la diferencia.
Todo buen deportista sabe que un equipamiento de calidad siempre es una gran ayuda para disfrutar de una mejor experiencia. Aunque también es verdad que no todos los deportes requieren de los mismos elementos ni tampoco tienen tanto equipamiento para elegir. Como prueba, un futbolista no necesita más que unas botas, medias, una equitación y un balón para empezar a jugar, aparte del campo o terreno de juego.
Justo lo contrario pasa con el equipamiento de ciclismo. Tenemos un terreno abierto para rodar pero a cambio necesitamos de todo tipo de artículos. Algunos se relacionan con nuestra bicicleta, como las ruedas, los frenos, etc. Otros elementos tienen que ver directamente con nuestra vestimenta, tales como el culote, el casco o las gafas. El problema es que con tanto en lo que pensar corremos el riesgo de dejar de lado o no dar la importancia que merecen ciertos complementos, como los calcetines de ciclismo. Así que para que pongas tus conocimientos al día te damos algunos motivos por lo que buscar los mejores calcetines de ciclismo y disfrutar de mejores sensaciones en todo tipo de terrenos.
1. Cuestión de ajuste
Lo primero que debemos saber, o más bien recordar pues es algo evidente, es que los calcetines de ciclismo son la pieza que separa nuestros pies de nuestras zapatillas. Así que estos calcetines se encargan de mejorar el ajuste de las zapatillas, dando un extra de comodidad a nuestra ruta. Una cuestión fundamental si tenemos en cuenta que hoy día prácticamente todos los pedales de bicicleta tienden a ser automáticos, por lo que obtener ese ajuste preciso es clave.
Las consecuencias de unos malos calcetines de ciclismo son conocidas por todos: ampollas, rozaduras, dolores y muchas más. Riesgos que pueden evitarse con unos calcetines que no tengan costuras y que dispongan de una fabricación de alta calidad. Aunque este aspecto, el de la confección, es tan importante que lo trataremos más adelante.
2. El termostato de tus pies
Acabamos de hablar de la capacidad que tienen los calcetines para ajustarse a nuestros pies. Pero además del ajuste puramente físico también es necesario recordar que los calcetines tienen una gran responsabilidad a la hora de mantener los pies a la temperatura ideal. Unos calcetines demasiado tupidos provocarán que el calor se acumule en el interior y que el sudor no transpire, lo que se traduce en rozaduras y molestias.
Como prueba de lo que estamos comentando es necesario pensar que en cada pie se alojan hasta 250.000 glándulas sudoríparas. Esas glándulas se activan por el propio movimiento pero también por la fricción generada durante ese rodaje. Así que apostar por unos calcetines de calidad y adecuados a la temporada en la que estemos rodando es otra cuestión clave.
3. Amortiguación para tus pies
Si pensamos en el movimiento de nuestros pies dentro de las zapatillas de ciclismo a la hora de rodar este viene siendo similar al de un pistón de coche. Esto supone elevar el pie, volver a bajarlo, completar el ciclo y repetir cientos de veces. Un procedimiento en el que nuestras articulaciones sufren de considerables tensiones, tanto en las subidas como en las bajadas. Estas tensiones pueden ser problemáticas si no se cuenta con ayudas al respecto.
En este apartado también podemos contar con la ayuda de nuestros calcetines. Hoy día son muchos los productos que incluyen zonas especiales en la planta, los dedos y el talón, con las que darte un extra de comodidad y amortiguación a la hora de pedalear. Ese pequeño amortiguado ayuda a relajar el pie en cada golpe de pedal y reduce las molestias a la hora de enfrentarse a las etapas más largas.
4. La amenaza bacteriana
Cuando se trata de sudor cabe recordar que no estamos hablando solo de humedad. Allí donde hay sudor se generan bacterias nocivas que, en general, no suelen ser un problema si están bajo control. Pero es cierto que unos calcetines de mala calidad o de un material inadecuado si pueden provocar problemas como irritaciones en la piel, la aparición de hongos y otros inconvenientes de molesto resultado y larga recuperación.
Afortunadamente, los calcetines de ciclismo de hoy día cuentan con materiales y fibras de alta calidad. Unas fibras que se encargan de evitar la proliferación de esas bacterias y de impedir problemas como el mal olor o las sensaciones desagradables que pueden aparecer después de una larga etapa. Además, la presencia de nuevas fibras sintéticas ha resuelto los problemas de los productos fabricados con fibras naturales, al contar con tratamientos específicos que ayudan a disfrutar de sensaciones más agradables durante el pedaleo, para que tus pies siempre estén seguros.
5. Nivel de compresión
Como aspecto final trataremos un aspecto que tiene ahora mismo defensores y detractores a partes iguales. Hablamos de la capacidad de compresión del pie y la parte baja de la pierna que tienen algunos calcetines de ciclismo actuales. Esta compresión es capaz, según la teoría, de generar mejores resultados a la hora de rodar. La idea de fondo es que esta compresión tiende a favorecer una oxigenación más eficiente en las piernas, de modo que estas disponen de más oxígeno a la hora de pedalear y pueden aumentar el rendimiento. Una teoría que no tiene el consenso general de los usuarios, que estima que esta tensión, especialmente si es elevada, puede acabar siendo más un problema que una ventaja.
En lo que sí hay cierta coincidencia es en el hecho de que un poco de presión viene bien a todos. Una tensión adecuada y una ligera compresión permite trabajar con mayor comodidad a los pies y los músculos de las piernas, de modo que sin disparar el rendimiento si es cierto que unos calcetines con un poco de compresión si da más comodidad a la hora de rodar.